Sin duda, algo que caracteriza a las campañas electorales en México es la infinidad de publicidad que se coloca en postes, hasta en árboles, paredes, y espectaculares de los candidatos con el fin de que la gente los conozca y así atraerlos y convencerlos de votar por ellos el día de las elecciones.
Desde fotografías, lonas, gorras, playeras y hasta peluches, los candidatos y candidatas usan como punto central de su campaña la propaganda electoral, mucha de la cual se acaba convirtiendo en contaminación plástica, ya que mucho de lo que usan es plástico y esta basura acaba tirada en las calles, sumando más a la crisis climática.
En el caso de las playeras y gorras que también se dan en los mítines, muchas de estas las acabamos usando o como pijama o como ropa para hacer el quehacer, ¿realmente sirve toda esta propaganda política? ¿es la primera vez que un proceso electoral se tapiza de propaganda o estamos ante un caso de Política Déjà Vu?
Fer Caso habla del tema con Juan Manuel Aurrecoechea, curador de la exposición:“El Voto en México: quiénes y cómo votamos. 1910-2024